Exposiciones de Arte. Como yo las miro.
Con la más sana intención de que las personas desarrollen su capacidad de observación y contemplación profundas, en forma lo más limpia y libre de la influencia que normalmente se produce al asociar instantáneamente nuestro cerebro, la información que tenga previamente almacenada sobre la imagen reconocida.
Es primordial que primero se observe la imagen y solo después que se agoten totalmente las sensaciones transmitidas por la misma, se pase a una segunda instancia, para leer algún comentario sobre esta, que solo se debe tomar con pinzas muy largas, como a las opiniones de los críticos sobre artes plásticas, puesto que la escritura es, comparada con la imagen, de posibilidades técnicamente, muy limitadas.
Cuando voy a una exposición o museo, miro, y sobre todo, contemplo la obra, y vivo lo que a mi me produce, y recién agotado esto, leo el título, la técnica utilizada, el autor, etc..
La Imagen, como la Música, son en si, lenguajes y son demasiado complejos, para pretender que sean explicados con palabras en profundidad e interpretando la intención del autor.
Igualmente uno a veces desea saber algo más sobre las imágenes artísticas y en lo posible que eso nos lo cuente el mismo autor de las imágenes, aún corriendo el riesgo que esto, no nos simplifique nada, y que nos abra un abanico de detalles y sensaciones aprendidos y acumulados a lo largo de años dedicados a ese arte, que es imposible transmitirlos en unos pocos minutos.
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